30 de junio de 2015

Monstruos y Locuras





La conoció pocos meses atras, quizás ni siquiera llegara a un mes, pero el tiempo no se aclaraba con las medidas en cuanto a su relación se refería. Era una de esas amistades de rebote, que llegaban por casualidad y que nunca entendías por qué había tardado tanto en surgir. 
 Su relación era un tópico, un constante "¿por qué no te conocí antes?, ¿donde estabas metida?"
No eran hermanas, les falta poco para ello, pero la confianza que había surgido entre ellas había irrumpido en el ático de su corazón, colocando tonterías en las paredes y conversaciones en el baúl. A veces es inexplicable lo que quieres a alguien que ni siquiera puedes abrazar. 

Y allí está, sentada en la cama con las piernas en forma de mariposa, mandándole un mensaje para recordarle lo mucho que la quiere, porque incluso el mismísimo hielo necesita calor.




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