31 de diciembre de 2014



Se acaba el 2014, y nunca lo he hecho, nunca he tenido motivos para hacerlo, pero este año lo veo necesario, darle las gracias a todas las personas que están, y recordar todo lo que merece la pena ser recordado, para que, durante todo el 2015, se pierda entre las entradas del blog.



1. Desapareció, y aunque parezca negativo, lo puedo meter en el saco de las cosas positivas.

2. Carla, mi pequeña Patata. Apareciste después de un año sin saber nada de ti para salvarme, como tantas otras veces, y subirme abordo de uno de los mejores proyectos que he hecho en ocho años de bloguera. ¿Y qué puedo decir? Que solo quiero tenerte a mi lado el resto de mi vida, y reírme tantas veces más, y mandarte audios haciendo sonidos raros cuando estés triste o enfadada solo por saber que te reirás, llamarte sin que te lo esperes y ejercer como clown para ti.

3. Aki, Erea, Ara, Angie, Julia, Nova, JJ, Paco, Alma, Andres, Ana, Ego, Loreto, Lorena, Maria, Roser, Sam y recientemente Epo; Sois de lo mejor que he visto en Blogger en todos los años que llevo aquí, en todas mis aventuras y andanzas, en todas las locuras que he cometido. A muchos os conocía de anteriores proyectos o simplemente de leernos, pero como el mundo da mil vueltas os perdí y me alegro de haberos encontrado. 
Sois uno de mis grandes tesoros, muy grande, porque todos valéis millones. No permitais que nada ni nadie os diga como debéis vestir, como debéis ser físicamente o como debéis pensar. Dejar que el resto sea así, porque al final solo quedara una triste lapida gris. Estoy convencida de que vosotros, todos, llegareis muchísimo más lejos de lo que ahora pensáis. Espero teneros a todos en mi 2015.

4. Emily; No me he olvidado de ti no, pero tengo que nombrarte especialmente. Por todo lo que me soportas, por las veces que me haces reír, por esa voz tan bonita que tienes, por la energía que desprendes, por ser la mejor administradora blogger que conozco -y posiblemente la mejor que existe-, por ser tan tú, y dejarme ser tan yo. Gracias Lady Emilia -tengo que ponerte la toga, es una mención especial, debes ir vestida de gala-.

5. Gema; Tampoco me he olvidado, pero al igual que Emily, aunque por otras razones, te mereces tu mención. Al final te enganché para Reivindicando Blogger, ¿viste? Desde luego, tengo una facilidad para convencer a la gente... En fin, que iba a hablar de ti, no de mi. 
Le tengo que dar las gracias a Dani por haberme pinchado para meterme en la iniciativa de Dioses del Olimpo. Gracias a él te conocí. Quiero agradecerte que me acogieras tan rápido, que tras un hola y adiós en la estación me invitaras a esa fiesta. Quiero agradecerte el whisky a las tres de la mañana cantando a pleno pulmón "Mamma Mia!". 
Por eso, y por todo lo que pasaremos en el 2015, gracias mi puntos suspensivos.



Y, aunque parezca increíble, lo único que tengo que celebrar además de haberos conocido a vosotros, es haber entrado en la carrera que quería, y haberme encontrado con mucha gente que tiene los mismos intereses que yo, pero como ese es un logro mío ya me recompensare gustosamente con la tabla de turrones.
Así que, señores y señoritas, esto es todo por el 2014.
Se acaba un año, y más que nunca, deseo el "Año nuevo, vida nueva".






Madrid










26 de diciembre de 2014

#NaviBlogger




Y aquí sigo, sin saber como empezar, como escribir eso que diga todo lo que pienso mientras mi madre sirve la sopa, corta la carne, deja la botella de vino sobre la mesa.
Nunca me había costado tanto expresarme, decir lo que pienso sobre algo, sobre algo tan general como es la Navidad. Y esta vez, si no soy capaz, tendré penalización.
Me quedo mirando la pantalla del ordenador, observando como el cursor en forma de i mayúscula parpadea en el mismo lugar. En el mismo lugar desde hace quince minutos. 
Tengo las manos frías, y algo dentro de mi se retuerce. Solo quiero volver a la cama. 
"No hay que abandonar nunca la literatura". Esa frase rebota dentro de mi cerebro, al menos de la que aún puede procesar algo. Que asco me dan cuando tienen razón.
¿Y si solo me dedicara a describir mis navidades? ¿Funcionaria? 
Tecleo un título dentro del cuerpo de la entrada, nada complicado, algo provisional.

"Se escribe Navidad, se lee Infierno."

22 de diciembre de 2014

Atrás



Decidí huir, correr, cuando era demasiado tarde. 
Decidí alejarme de algo que era tan imprescindible para mí como respirar.
Y perdí. Perdí la guerra.
No mire atrás, no me pare a preguntar o a cuestionar el impulso ávido que recorría todo mi cuerpo.
Desaparecí entre sangre y dolor, entre la tierra y el cielo.

Entraron desde abajo, dejando el veneno corrosivo a cada paso que daban. Yo seguía huyendo.
Si me hubiera dado la vuelta quizás habría visto el vacío.

Alcancé devastada la armonía del paisaje exterior y me sumergí en el falso pensamiento.
Entraron en mis venas y se deslizaron por mi sangre. Se teñía de negro mi interior con el trascurso de su avance. El veneno alcanzó los huesos que se quejaron de tan mal trato. Buscaban el centro blindado.
Estaba ciega, sorda, muda.

Y llegaron a la escalera de huesos; y yo huía, y corría, 
y creí en un arrebato de locura que lo conseguiría, que alcanzaría la vida sin morir.
Reí a carcajadas agitando mi interior pero sus cuerpos lo resistieron. 
Clavaron la punta de sus pies en el hueso y ascendieron. Se toparon con las bolsas de aire y saltaron sobre ellas privándome del oxígeno. Y caí, y queme todo a mi alrededor.

Y llegaron hasta el corazón blindado, y la soltaron. Y entró. 
Entró su olor y su voz, y entraron su risa y su mirada, y sentí como lo perdía, como lo perdía todo.
Perdí la razón, la cordura, los sentimientos y el orgullo.

Mientras ella se apoderaba de mí yo desaparecí. 
Y fui el fuego que arrasó la tierra, y fui las aguas que inundaron las bolsas de aire, y fui el aire que circuló entre los huesos de los caídos. Y regrese a la tierra mientras ella se hacía con mi corazón.








9 de diciembre de 2014



Siete Instagrams que tenéis que conocer.
Soy una fanática de la fotografía desde que era pequeña, y utilizo una de las redes sociales como soporte para hacerme seguir tomando fotografías que me llenen y me hagan sentir, no realizada, pero si satisfecha y contenta con mi evolución como fotógrafa. 
Como usuario sigo cuentas que me gustan. Esto no es Twitter. Aquí no tienes que seguir al que te sigue, aunque haya gente que lo utilice de esa manera.
Paso mucho tiempo en Instagram así que, el que no tenga, le impulso a hacerlo, y, los que tengáis, os traigo ocho feeds de gente a la que sigo y que me parecen extraordinarios. 


Anniee De La Paz


Esta chica es de Barcelona, tiene una cámara de fotografía pero la mayoría de sus fotos las toma con su iPhone6. 

Instagram; annieedelapaz






Desireé

Puedo decir con un poco de orgullo de hermana pequeña que conozco a esta chica y la quiero como si fuera mi hermana. Es una de mis muchas hermanas perdidas por el mundo y, además, es guapa y una gran fotógrafa.
Es de Lleida.

Instagram: leplaisirdelire
Flickr: Desireé Castro





Hazzatumbo
Aquí la señorita Hazzatumbo utiliza únicamente su teléfono para hacer fotos, exceptuando algunas fotografías de sesiones fotográficas, la mayoría de sus fotos están hechas con la cámara del móvil.
Es de Gijón, Asturias.

Instagram: hazzatumbo
Página de Facebook: Carla Fotografía






Céline Marks 
Céline Marks es una bloguera de moda y fotógrafa que vive en Paris.
Sube fotos tambien diariamente y las hace con su iPhone5.


Instagram: lesdemoizelles







Borja Put 


Además de un gran fotógrafo para su propio Instagram es componente de un grupo de música llamados Siberian Wolves.

Instagram: borjaput
Instagram Siberian Wolves: siberianwolves






Shurupchik




Su verdadero nombre es Alexandra, y es de San Peterburgo.
Sube fotos frecuentemente, sobre todo de los edificios de su ciudad, de locales y zonas. La verdad es que tiene fotos preciosas. Siguen todas una linea, todas son muy luminosas, muy puras.

Instagram: shurupchik
Página Web: http://www.shurupchik.com/




 

Este chico tiene unas fotos maravillosas. Es español, al menos eso creo ya que su nick es castellano, lo que no sé es si esta viviendo en Estados Unidos.

Instagram: manosdepiedra








A veces un sentimiento tan fuerte como la amistad se convierte en una necesidad sin llegar a ser amor, esas personas que sin llegar al plano sentimental y romántico son una parte imprescindible y fundamental en tu vida. Esas hermanas y hermanos perdidos que todos tenemos, y que, en la mayoría de los casos, conocemos por casualidad aquí, en Internet, y que viven a kilómetros de distancia.
Tras cinco años la quiero más que nunca, y la ilusión rota de vernos acabo así, en palabras lanzadas al vació de Internet esperando una respuesta.





Y quizás no sirva de nada, pero cada vez que cierro los ojos estás ahí, a mi lado, frente a mi, esperando en la estación escondida en tu abrigo. 

Y cada vez que cierro los ojos sé que te veré, quiero creer que es un refugio donde encontrarte, donde estar contigo, en el interior de mis ojos.
Y sé que nada volverá a ser como antes, porque yo no soy la misma para contigo, ni tú la misma para conmigo. Porque cambiamos, como personas, en relación y por separado.
Y mañana estaré sentada en la misma silla de clase que todos los viernes de este mes, y tendré siete horas de clase como tantos otros viernes, y sólo será un viernes más, todo será igual, pero no habrá un sólo detalle que se parezca.
Y a todo aquello que pesa sobre mis hombros se suman las lágrimas derramadas por no poder verte, se suman los gritos de mi piel que ansían que la acaricies, los cortes en el labio que no será mordido, y el lento latido de mi corazón por no poder decirte que te quiere al oído.





30 de noviembre de 2014

No tiene por qué



No tiene porque estar siempre ahí; quizás sólo necesitas que de vez en cuando, una vez a la semana, el pitido del móvil sea esa persona sabiendo que no se olvida de ti igual que tú no te olvidas de ella.

No tiene porque estar siempre ahí; quizás solo un domingo triste, solitario y lluvioso para ir a perder horas en el cine viendo una película que te haga reír, llorar o sentir.

No tiene porque estar siempre ahí; quizás sólo un sábado junto a ti bailando hasta entrada la madrugada, sentada frente a ti devorando una hamburguesa o haciendo gestos raros, riendo o bebiendo un vodka negro con lima.

No tiene porque estar siempre ahí; quizás sólo cuando tu necesidad de saber cómo está te haga lanzar un tímido Hola y tener una de esas charlas nocturnas que liberan estrés y te hacen sentir mejor cuando apoyas la cabeza en la almohada.

No tiene porque estar siempre ahí; aunque tú continúes pensando de vez en cuando en ella, más de noche que de día, más tumbada que de pie.
No tiene porque estar siempre ahí; pero ojalá lo estuviera.






Foto tomada del final de la película (tras los creditos) de Mockingjay I.

18 de noviembre de 2014

Dormida


Quizás algún día te vea pero no te reconozca. 
Y quizás me saludes y no responda.
Y quizás me muevas y me caiga.
Y quizás no vuelva a existir hasta pasadas horas.
Hasta seis horas.

Seis horas sumida en un mar de inconsciencia, de abstracción, de movimientos lejos del plano que se supone que mi cuerpo, y junto a él, mi alma y mente, deben ocupar.
Algo que pocos entienden, y los que entienden no comparten, y los que no comparten nos adjuntan una serie de adjetivos al azar, intentando cuadrar nuestro comportamiento, el extraño funcionamiento de nuestra cabeza, con los peculiares resultados de nuestra vida.

No es dormir, porque no hay sueños.
No es morir, porque aún respiro.

Y no sabes que es, no sabes por qué, no sabes como, cuando, donde... desconoces muchas cosas, la mayoría de ellas tienen respuestas, las otras... bueno, las otras es mejor no formulárselas.

Es dejar de existir, mentalmente, conscientemente, en un lugar, durante un periodo de tiempo. No existe un durante, existe un antes, y un después. Antes de abstraerte, y al despertar. Entre medias no sabes lo que pasó, lo que viviste o dejaste de vivir en ese periodo de tiempo en el que tu mente estaba apagada. 
Algún debería preguntarle donde va, donde se esconde, para poder salir a buscarla y traerla de vuelta, y algún día quizás consiga encarcelarla dentro de las paredes físicas de mi cabeza, hasta entonces me privare de esos fragmentos de tiempo en los que, simplemente, me apago.



16 de noviembre de 2014

Adolescencia




Amor; A veces es solo un capricho.
Dolor; Más del que soportan los años.
Odio; Hacía todo y todos.
Locura; Intensa, permanente, en esencia y sin piedad.
Enseñanzas; En el instituto, en la Universidad, de los amigos, de la familia.
Sonrisas; Verdaderas o falsas, que llegan a los ojos o se quedan en la comisura de los labios.
Caídas; Una y otra vez, algunas duelen más, otras menos.
Emociones; Incontrolables, indeseables, innecesarias, pero ahí están.
Necedad; Yo tengo razón y tú no.
Confusión; ¿Quien soy? ¿Qué hago? ¿Llegare a ser alguien?
Imaginación; Vivimos en un mundo paralelo donde todo aquello que esta prohibido es legal.
Ansiedad; Que te paraliza, que te debilita, que superas y te refuerza.









Como ayer te busqué 
en el doble techo de mi corazón 
y halle nostalgia de ti 
y soledad. 

Comencé a llorar estos versos 
bañados en canción 
quiero volver a dormir con tu olor. 

Desahucie tus besos de mi memoria 
y digo adiós 
te dejaré marchar. 

Duele tanto vivir 
duele siempre sin ti 
necesito tu olor 
necesito tu calor. 

Quiero perfumar mi alma 
con gotas de ti 
y archivar mi dolor 
en el doble fondo que hay en mi colchón. 

Como ayer me perdí 
en el laberinto al caminar sin ti 
Dime mi amor donde estas 
y yo iré.

Tu me preguntabas 
cuanto te quería yo 
te quiero siempre amor.

Duele tanto vivir 
duele siempre sin ti 
necesito tu olor 
necesito tu calor. 

Quiero perfumar mi alma 
con gotas de ti 
y archivar mi dolor 
en el doble fondo que hay en mi colchón.

Pinto amaneceres 
sin saber cual es el color 
que ahora tiene tu piel 
canto despedidas en papel 
y deshechos de tu querer. 

Duele tanto vivir 
duele siempre sin ti 
necesito tu olor 
necesito tu calor 

Quiero perfumar mi alma 
con gotas de ti 
y archivar mi dolor 
en el doble fondo que hay...

Te quiero siempre, Mi amor.

30 de octubre de 2014



Desapareció un amanecer y espere mil noches para verla regresar, para ver su cuerpo envuelto en la capa de tinieblas, pero tan solo aparecieron Pesadillas. Una por cada noche sin ella. 
Y con la luz de la eternidad cosida al exterior de mi corazón atravesé el camino que ya me sabía de memoria una última vez. Escuché con la piel la banda sonora de mi vida, esa triste y melancólica melodía que compuso para mí sentada en aquel trono de cristal azabache.
Allí estaba, de espaldas, cuando mi cuerpo sin alma poso los pies sobre las baldosas blancas de mármol frío. Pase la mano sobre su hombro y le tendí la luz que hacía décadas me había entregado. Se negó a quitármela y susurró sobre mi corazón el nombre de la eternidad.
Aún recuerdo como se levanto del asiento de hueso deteniendo la melodía del piano y deslizo la capucha para dejarse ver, el cabello lacio, negro carbón, cayendo sobre un cuerpo delgado. Cada milímetro de su piel carecía de color, un perfecto tono blanco perlado.
Sus rasgos eran delicados, preciosos, de esos rasgos que una vez que los ves no los olvidas nunca. Tenía los ojos radiantes, llenos de aquello que cargaba sobre sus espaldas, y unos labios negros que reflejaban el horario de su jornada. Totalmente nocturna.
Su nombre era Rebeca, y es comúnmente conocida como La Muerte, el Jinete Negro, la segunda mano de Lucifer. Me quedé con ella y, cuando mi cuerpo no pudo soportar más la luz de la eternidad, me hice oscuridad de imponente presencia, alzó los brazos y arropándome, me dejó morir.





29 de octubre de 2014




Frío. Hola.

Frío. ¿Qué tal?
Frío. Bien, ¿tú?
Frío. Bien. ¿Qué haces?
Frío. Nada, aquí, ¿y tú?
Frío. Igual.

Frío como el hielo. Insípido, insustancial. 
Me siento fría, lejana, distante. 
No puedo, ahora no, todavía no, contigo no.

No es que no sienta, que no me importe, que no reaccione ante tu presencia, es que has derribado mi estado de neutralidad. No me hacías falta. Sentía nostalgia por tenerte cerca, por la rutina nocturna, pero no tenía pesadillas, de hecho, dormía bien sin ti, te había sacado de mi cabeza o, al menos, te había desterrado al plano más interno de esta para no tener que verte si decidía recordar algo relativamente lejano.
Te echaba en falta y me olvidaba de ti a partes iguales, y gracias a eso mi corazón y mi cerebro se mantenían en equilibrio y me mantenían a mi en un punto neutro.

Y cuando volviste no supe reaccionar, no sé reaccionar, no se como tratarte, como hablar contigo, como sentirme ante tu presencia, ante tus palabras alegres que no hacen nada en mi estado anímico. Antes con solo imaginarte sonreír las nubes que amenazaban con levantar tormenta en mi interior se dispersaban, ahora simplemente no siento nada.
Me he vuelto fría con tu lejanía, con la falta del calor que despertabas en mí. Derretías todo ese hielo que tenía dentro. 
Ya no recuerdo como era tener un corazón que latiera rápido porque no estaba cargado de hielo, y sea como sea, no volverá a latir a esa velocidad en mucho tiempo.


       



27 de octubre de 2014



"La maravilla del tabaco"







Y esto es lo que tiene diseño, que pasas el día deslizándote entre las formas básicas de cajas de medicamentos, antibióticos, botes de lácteos, de bebida alcohólica o, como hoy, descubriendo las maravillas de las cajas de tabaco y, la verdad, me apasionan estas cajas. Me parecen preciosas, practicas, llamativas e interesantes, aunque solo sea una caja de metal o de cartón de gramaje alto.
Siento debilidad por el diseño de las cajetillas de tabaco como lo siento por las botellas de bebida alcohólica. Hay verdaderas obras de arte a nivel de diseño en algo tan básico como una caja pequeña o una botella de cristal.
Por ejemplo, la caja de JSP no se abre como las cajetillas normales, se mueve en diagonal y muestra el as de tréboles. Fue una campaña de ediciones limitadas que contenían las cartas principales de cada palo. Además en la parte superior, sobre las letras en dorado y relieve se encuentran las cuatro cartas en abanico. JSP se conoce por sus cajas negras con las letras en dorado, es un tabaco que desapareció hace mucho tiempo.
Otro ejemplo es Vogue, que según tengo entendido se sigue vendiendo y es "tabaco de pijos" al igual que el tabaco de cajetilla es "tabaco de ricos" y el de liar de gente modesta. Vogue tiene cajetillas más bajas y estrechas, en tintas planas combinando con letras en relieve que depende como le de la luz se ve bronce.

#DatoCurioso; El aviso de las autoridades sanitarias se incluyo en las cajetillas de tabaco hace relativamente poco, tres años más o menos. Antes de eso las cajetillas de tabaco no llevaban el aviso y obviamente se veían mucho más bonitas estéticamente.

25 de octubre de 2014





Conozco a un chico. Un muerto viviente.
Un chico alto, escuálido, de miembros delgados, quebradizos. Extremadamente delgado, casi cadavérico.
Un chico pálido, cabizbajo, triste.
Un chico lleno de moratones, de rojeces en los nudillos, de tics nerviosos.
Un chico de sudaderas grandes, de camisetas lisas de las que sobra tela.
Y sus ojos, Dios sus ojos. Se hunden en el cráneo y son como dos pozos sin fondo, dos grandes lagunas de melancolía y desesperación.

Le veo levantarse, coger el folio, ponerse ante la clase, ante los veinticuatro compañeros, y hablar. Hablar. Hablar con una voz de ultratumba, pausada, amarga, monótona. Esa voz que tienen los anuncios que cuando llegan a interrumpir tu programa favorito te hacen cambiar la cadena. Y explica cosas interesantes, es buen chico, tiene una mente grandiosa, pero no tiene alma, no tiene sustancia ni esencia que evite que venga y vuelva solo en el autobús, que se quede en la estación a las nueve y media de la noche porque nadie le diga al conductor "Espera, que ese chico viene con nosotros".


¿Por qué no lo hago yo?
Porque no me había fijado en que existía hasta ayer.

22 de octubre de 2014

Ángeles de Energía — #NeminisTerra

"Aunque se mantiene quieta junto al marco de la puerta su respiración la delata, su pulso acelerado por las lágrimas derramadas hace apenas un minuto y ese intento torpe de respirar por la boca sin que suene como el viento cuando sopla del norte me avisan de su cercanía.
Quiere que haga ese movimiento de cabeza para entrar corriendo y acurrucarse entre mis brazos, entre los cojines y las mantas, pero no puedo permitírselo, hoy no.
— Rose,— me giro y veo como su pie izquierdo retrocede de manera instintiva echando todo su cuerpo hacia atrás. Es solo un instante pero para mí es más que suficiente. A veces olvido que Daniè es humana y que en algunas ocasiones doy miedo.— tu padre quiere que estés allí cuando suceda.
Bajo los pies del sofá y, dejando la manta y el cojín, me acerco hasta la puerta. Daniè se queda delante de mi aunque desea salir corriendo. Desde que somos pequeñas tiene que luchar contra su instinto animal siempre que me ve manifestada.
Se aparta hacía la derecha y sin tocarla salgo al pasillo y continuo hacia la izquierda. Nadie recorre estos pasillos desde hace una semana, solo yo, y tampoco es que salga demasiado de mi habitación. Todo el servicio que queda son dos guardias apostados ante la puerta de la habitación real y Daniè, que duerme en la Casa de Huéspedes.

17 de octubre de 2014

Al acabar el trabajo para Fundamentos del Diseño Gráfico me he dado cuenta de varias cosas y mientras el archivo se guarda en el USB, mi música nueva se descarga y me viene a visitar Morfeo para acunarme en su manto os las voy a contar. Efectivamente, no tengo nada mejor que hacer.

La primera es que mi profesora y tutora se echara unas risas a costa de mi trabajo durante el fin de semana. Se podría decir que mi vena literaria siempre irrumpe cuando me toca redactar un trabajo y no puedo evitar, como no, ser algo irónica en la redacción. Aún no sé si es bueno o malo.

La segunda es que no se han ido los mosquitos. Lo sé, no tiene nada que ver, pero quería dejarle claro a mi tío Lucifer que se puede llevar a sus criaturitas, que no me han picado en todo el verano y van a picarme en Octubre. No Septiembre no, ¡Octubre!

La tercera cosa de la que me he dado cuenta es que puedo tener un suspenso catedrático sin ni siquiera haberlo entregado aún. Sí, un suspenso tan grande como la catedral de Santiago de Compostela. Puede que precisamente por esa manera de redactar que no creo que ningún otro compañero tenga, algo más familiar y literaria en vez de tan estricta y seria, me planten un cuatro o menos todavía, quien sabe.

De la misma manera, de la última cosa que me he dado cuenta es de que, al igual que tengo un suspenso descomunal, puedo tener un sobresaliente de mismo tamaño.

Veo la vida del estudiante universitario en la carrera de arte, en la mía concretamente, tan alternativa, dinámica y enérgica que a veces es difícil saber por que puerta saldrá el profesor. 
Esperemos por mi salud que esta vena literaria me de puntos a favor y no en contra.

15 de octubre de 2014


                                    


Rómpeme. Ven y rómpeme. Lo necesito.
Quiero sentir tus manos agarrando cada uno de mis puntos débiles, separando los huesos, estirando la piel. Quiero esas líneas rojas que significan el paso de tus uñas por mi espalda.

Puedo admitir que eres mi debilidad, que fuiste mi debilidad,
que me quitas el sueño, que me quitaste el sueño.

Porque ya no es así, y por eso quiero que vengas y me rompas, porque no creo que nadie se merezca ese privilegio tanto como tú. El privilegio de destruirme, de desmontarme pieza a pieza de manera dulce, concisa y lenta. Y si, seria dulce aunque suene a locura, porque serían tus manos las que rozarían todas mis curvas y esquinas, todos los poros de mi piel. 
Tienes que ser tú, no puede ser nadie mas. Y si no te atrevieras, me quedare así, descompuesta, caótica y rota, siendo un ser incompleto en su totalidad. 
Y te he escogido a ti porque sé que nunca mas te acercaras a mi, que nunca me rozaras como antes y mi deseo de descomponerme se funde con el deseo de sentirte una última  vez.







Yací entre tus pétalos, me quedé dormida en el mismo centro de ti, donde escondías la cerradura de tu pétreo corazón. 
Me duche en el rocío de tus amaneceres, en la lluvia escondida de tus esquinas. Me senté a esperar verte florecer, a ver como la pálida textura de tu aterciopelada piel se abría al rozarla los rayos del sol. 
Hablé con tus espinas, en esas noches tan largas que ni la luna se quedaba para escucharnos. 
Bajé hasta tus raíces y hundí los pies en la tierra, junto a ellas, para que se enredaran en mí y buscaran algo, lo que fuera, que mi efímera existencia pudiera dejar a tu largo, complicado, retorcido y espinoso crecimiento. 
Y cuando ví todo aquello que conformaba tu ser, abandoné la comodidad de tu refugio, el que por tanto tiempo me diste entre tus pétalos, y me acune en la curva de tus espinas.
Y ahí sigo, esperando el día que la persona que te encuentre te tome con delicadeza, y si así no fuera, llagas abriré en su piel.

14 de octubre de 2014





Quizás solo caminé entre las ramas caídas, entre los pedazos de lo que en algún momento, hace mucho tiempo, fui. Evolucioné de manera asimétrica, desordenada, caótica.
Y en algún momento de esa evolución me alié con la Muerte; con la dulce voz del descanso eterno, con la tranquilidad del silencio más absoluto. Encontré en la oscuridad el refugio para el alma herida.
Y cantó para mí, y sonaron las teclas rotas del piano, y las cuerdas deshilachadas del desgastado violín.
Me enseñó todos los caminos entre la vida y la muerte, y prendió en mi mano la luz de la eternidad.
 
—Recórrelos con total libertad. — me dijo.
Y así hice.

13 de octubre de 2014




Déjame amarte. 
Déjame mostrarte cada diminuto detalle de tu ser que te hace perfecta, y enseñarte que cada una de tus virtudes y cada uno de tus defectos hacen que la travesía entre la vida y la muerte sea algo más que una mera transición.
Déjame mostrarte la textura de tu piel. Te enseñaré el recorrido entre los lunares, por el cuello, siguiendo el recorrido de tus hombros. Me quedare rondando, recorriendo, atravesando todos los puentes y valles que tenga.
Deja que me enamore de tus líneas, de tus curvas, de todos tus enganches.
Déjame recostarme en el hueco de tu cadera, agarrarme al vacío de tus clavículas, acomodar mis pensamientos entre tus costillas. Déjame crear una carretera en la curva de tu silueta.

Tan solo déjame, y quizás te amaras como te amo yo.

12 de octubre de 2014

Cerradura








  "Cerradura. Cerradura de carne y hueso, jaula natural. 
                  A color, en blanco y negro, cerradura igual."

Opuestos




Y hay lugares que encierran silencios.
Silencios que encogen el alma, que oscurecen el negro de tus ojos.
Silencios que hacen daño, que atormentan mis oídos y desgarran mi interior.
Y sí, son solo silencios.

Y hay lugares que encierran gritos.
Gritos mudos, que nadie los oye.
Gritos que se proclaman ganadores ante el viento.
Y sí, son solo gritos.

Gritos que rompen ese silencio.
Silencios que acallan esos gritos.







"Hay cosas que es imposible dejar atrás;
no pertenecen al pasado, te pertenecen a ti."


— La Quinta Ola.





"Un día voy a escribir todo lo que siento.
Y vas a leerlo y a preguntarte si se trata de ti.
Y probablemente sí.
Y posiblemente ya no."

Carezco de identidad, de características esenciales y accidentales que conformen, primero mi mente, y luego mi cuerpo. Ya no existo. Y aun así creo.

Y quiero creer que algún día volverás, es patético, ya lo sé. Creer que estarás ahí si te necesito, que tendré a alguien para susurrar lo que soy, lo que fui y lo que seré. Que algún existirás, que me darás una identidad. Que tiraras fuerte de mí y me harás olvidar que son las tinieblas, que es la oscuridad, que es caer, y que es el dolor. Que lucharas para mantenerme a salvo.

Y algún día, quizás contigo o sin ti, pueda estar completa. Porque no seré tuya ni tu mía, pero mi vida sera mejor contigo que sin ti. Quizás algún día entienda que fui alguien antes de que aparecieras tú, y que seré alguien, que soy alguien, aunque tú no estés. Creo que para ese día aún queda mucho.

Algún día tropezaras con un recuerdo mío, con un pedazo de lo que soy. 

Y quizás no valga para nada, ¿sabes?, pero en estos días, cuando no me gusta como late mi corazón, todo lo que pienso, todo lo que soy capaz de crear, lleva el trasfondo de un corazón roto.



11 de octubre de 2014

Recordar


Hoy he abierto la caja de los recuerdos.

Un corazón de barro que nunca entregue, los planos de un monopatín volador y unas gafas de espía que contuvieran una pantalla de ordenador en las lentes que diseñe un día que me sentía ingeniera. Hace unos meses Google saco sus GoogleGlasses... creo que se filtro la información por alguna parte.
Cartas, montones de cartas. Cartas con mi mejor amiga Momo. Cartas de juramentos para siempre no cumplidos. Nuestros problemas, dudas, amores fallidos y corazones rotos hechos tinta en un papel.
La firma de mi amiga "La Futura Cantante", la llave de mi primer diario que yace en algún lugar del océano Cantábrico, quizás ya deshecho e ilegible.

Tardes en bici y días rebeldes metidas en una bolsa de pañuelos con forma de tapones. Si, tapones. Tapones de las ruedas de coches deportivos con símbolos y formas raras. Ese par de tapones azul plateado que guardaste con cariño y ahora que los ves piensas en esa persona a la que le gustarán.
Una carta escrita al amor de mi vida que no envíe y no quemo porque ahí reside todo mi ser.
Un taco de fotos de la serie que me volvía loca por entonces (Ángel o Demonio) cuando emitían en Tele5.

Esa pulsera que compramos a medias dividida en Yhin y Yhang. Un juramento silencioso de que serias mi compañera. Éramos totalmente opuestos y eso era lo bueno. ¿Qué gracia tenía si éramos iguales? Cuando nuestros temas de conversación se acabaron empezamos a separarnos y la distancia fue abismal para mí. Ahora maldigo el día que desee que estuvieras conmigo en clase. En un arranque de extrema gilipollez salte. Salte para alcanzarte y compartir contigo lo que en un principio teníamos. Caí. En algún punto de esa caída me di cuenta de que no éramos nada y arroje todo lo que significabas para mi al abismo que me engullía. Si iba a caer hasta el infierno que primero llegaran todas tus traiciones antes que yo.

Desde ese día han ido cayendo más recuerdos, la mayoría dolorosos o, si no llegaron a ser dolorosos en su momento, ahora duelen. Duelen al preguntarte, ¿qué salió mal? ¿Fue culpa mía? ¿Tan malo era querer tener algo para mí? ¿Tan malo era querer ser feliz?

Supongo que sí, que era malo. Dicen que ni en un día se olvida ni en dos te enamoras y si eso sucediera, jamás habrías amado y jamás te enamoraras, conservaras el estado de capricho constante y cuando te canses de algo y deje de serte útil pasaras al siguiente engañándote, asegurándote que este será el definitivo.

Ahora esa mitad está al fondo de mi caja donde custodio todo aquello que anhelo y algún día fue importante para mí. Le encontré un lugar junto a las promesas rotas y los posits que otorgaban falsas esperanzas pegados en un despiste a la pantalla de mi ordenador. Esos mensajes de "Te quiero" que me juraste nunca cesarían. Todo se acaba, y es infantil e inmaduro creer que no será así.

Y ahora tú te fuiste por la derecha, yo por la izquierda, pero yo tengo algo en cuenta que a tu vista, posiblemente, haya pasado desapercibido; el mundo es redondo.




10 de octubre de 2014




¿Alguna vez habéis sentido que os falta el aire? 
Sin motivo aparente te ahogas, no consigues que el aire entre en tus pulmones y si entra algo dentro de ti, se extingue antes de llegar a la sangre y te sientes cada vez más débil, y mas pesado, mas alejado de la vida terrenal. 
Sientes poco a poco que tu cuerpo abandona la tierra y te quedas flotando sobre el abismo pendiente de Dios sabe quien, te suelte y deje que tu alma y con ella tu cuerpo, caigan hacia el negro que te engulle lentamente, sin piedad ni remordimientos.
Hay días que esperas la muerte aun sabiendo que tardaras en morirte.

9 de octubre de 2014



Se consumió lentamente, poco a poco. 
Dejo que la muerte y la vida se echaran a cara o cruz su alma y su cuerpo manteniéndose en un constante empate, haciéndola sufrir, pero aún viva. 
Cuando alguien le dijo "Has cambiado", ella pensó "¿He cambiado o me habéis cambiado?" Morfeo ya no cortaba sus noches eternas, y lentamente se dio cuenta que jamás volvería. Así encontró el lugar donde respirar quema los pulmones, donde el cuerpo es pesado y moverse duele, donde la piel se cuartea y las cicatrices viejas se abren.
Se dejo destruir sin ser capaz de levantarse de tantas patadas y zancadillas. No fue capaz de deshacerse de tantas cuerdas atadas a los tobillos, de tantas cadenas abrazando su cuerpo y tirando de él hacia la inmensidad del abismo y lentamente se volvió más callada, sus noches más largas, sus heridas más grandes, sus mangas más largas, sus comidas más pequeñas. Se volvió más delgada, su piel más pálida, su música más alta, y nadie lo noto.



5 de septiembre de 2014

28 de agosto de 2014


Desearía ser como mi sombra. 
No siente; ni amor, ni rabia, ni furia, es completamente libre a cualquier sensación humana, esos sentimientos que nos mantienen atados a la vida terrenal, a nuestros compañeros, amigos, familia. Solo tú y el sol, solo necesita eso, alguien a quien pegarse, una planta de los pies, una suela de zapato a la que mantenerse ligada. Un rayo de luz que la haga nacer y una inmensidad negra para poder dormir.
Fiel acompañante, hasta el día de tu muerte, para la eternidad. 
Sin responsabilidades, delgada, hermosa, perfilada o difuminada, definida o indefinida, borrosa. Doble, triple. Tan solo dale luz.
Junto a ti para siempre. 
El único amigo y acompañante que te dejan llevarte a la tumba. 
No se queja ni discute. Acata todo lo que dices y si haces algo... te acompañara sin importarle las consecuencias. Es dependiente pero, que bien sienta depender de alguien, saber que esa persona se para de vez en cuando a mirar por ti, a observar como avanzas, como creces. Sienta ver que alguien se quede contigo mientras mueres.








La habitación oscura y solitaria, las paredes de sombras y el aire cargado. Una habitación de música, de melodías, risas y sueños que perdieron su importancia.
Una habitación circular con ventanas en las paredes; desde el suelo hasta el techo, tan solo ocupada por un piano de cola. 
En mi imaginación era mi sitio para escapar, para salir del mundo de guerra en el que vivíamos. En la soledad de la sala de blanco, sonaba la canción que revolucionaba el momento: Imagine, de Jonh Lennon. 
Se sentaba en el piano y tocaba, ni siquiera abría las contra ventanas. Cuando llegaba yo, tocaba en el silencio de la habitación, donde por todos los medios intentaba huir del mundo que nos toco habitar. Intente imaginarme a Jonh leyendo en el jardín en vez de sentado en el piano, hablando conmigo en vez de susurrar su canción por toda la casa. Me imagine como seria Jonh si hubiera nacido en otro siglo, en una época sin miedo y guerra. Lo imagine saliendo de casa a pasear en primavera, imagine los rayos de sol en su piel, el sonido de su risa. Mi imaginación volaba a otro mundo y yo no podía ni quería evitarlo.
Su voz retumbo en mi cabeza y el sonido de las teclas devolvieron mi mente al lugar del que salio. Jonh seguía sentado al piano, tocando y cantando su canción, su particular signo de rebeldía. La habitación había cobrado vida con la luz filtrándose por las ventanas.
Le mire con atención y sonreí con inocencia. Camine en silencio y me senté a su lado, nuestra relación siempre había sido silenciosa. Sabia que no era posible, que Jonh se quedaría en el mundo de la música, pero nadie nos prohibía imaginar.


Felicidad irracional sin fundamento, la alegría a todas horas, la necesidad de hacer algo tonto, algo descabellado, la necesidad de escuchar una canción que te vuelve loca y bailar. No importa lo que los demás piensen de ti y en este mundo todo es perfecto. El sentimiento al abrir los regalos de Navidad bajo el árbol. Esa frase de 'nunca me aré mayor', esa promesa de infancia una tarde de verano después de un día de piscina, merienda con los amigos y risas. Esa promesa tumbados en el prado, ese 'Prometemos que nunca dejaremos de ser niños' Esos momentos en los que te abrías comido el mundo con patatas y kétchup, en los que te creías superhéroe...o princesa. Esas tardes de verano en las que no tenías que estar en casa, esas tardes en las que; con un bocadillo, una bebida y tu bolsa particular de sueños cargados en una mochila, cogías la bici y te dedicabas a perderte. Esos momentos de la adolescencia en los que había millones de personas a tú alrededor y tu solo necesitabas a una.
Al olvidar te conviertes en lo que en la sociedad se llama adulto. Lo peor de todo, es que el olvidar no es opcional, ni voluntario. En las lágrimas derramadas, caen todos los recuerdos, sueños y deseos de la infancia y adolescencia. ¿Pero sabéis que? Se puede recuperar. No todos los adultos deciden recuperarlo, muchos ni siquiera llegan a saber que perdieron su infancia. Para ellos hacemos tonterías. No saben que hay en nuestra cabeza, porque el 90% de las veces no hay nada… ¡somos niños! Somos irracionales y descabellados por naturaleza.
No dejes que ningún adulto te encierre y reprima tu niño interior. Si olvidas lo que es soñar, intenta recordar.



21 de agosto de 2014