10 de noviembre de 2015

Carta al Corazón de Mi Futuro Yo






Te voy a dar un consejo, de mi corazón presente al tuyo futuro; no expliques.
Toma decisiones, nombrala como sientes que debes nombrarla, si debes corregirte corrige pero jamás digas porqué nombraste, porqué nombras, porque dejaste de nombrar o ya no nombras.
Si un para siempre no es cuestión de tiempo sino de intensidad, una relación no es cuestión de realidad sino de intención. Tienes la intención, nombralo con intención.

Espero que en el futuro que leas esto haya dejado de hacerte rabiar porque sí, porque es fácil hacerte rabiar, siempre ha sido fácil hacernos rabiar. Espero que si sigue haciéndote rabiar, y tú a ella, después la abraces hasta que os falte el aire.
Espero que siga sacándote la sonrisa de idiota que me saca a mi ahora, que pinte de azul el negro cielo de tu existencia todos los días con tan sólo darte los buenos días. 
Espero que sepas todas las sombras que se esconden tras sus esquinas, que hayas conseguido encerrarlas tras una puerta con tu constante persistencia y pesadez. Yo ya me he puesto a ello, espero que cuando leas esto esté conseguido.
Espero que estés viviendo a centímetros de su piel, que hayas besado tantas veces sus labios como segundos tiene el tiempo que lleváis juntas. Espero que conozcas cada milímetro del terreno, cada cicatriz, cada curva y cada línea, espero que hayas visto su cuerpo acariciado por el sol una mañana de domingo.
Espero que le hayas prometido viernes de película y pizza, partidas hasta las cuatro de la mañana al League Of Legends. Espero que hayas cumplido los millones de sonrisas que le prometo yo, y que le prometas otras tantas que cumplirá el corazón de nuestro yo futuro lejano. Espero que le des abrazos que prometan tiempos mejores cuando ni siquiera tus palabras la saquen de la bruma.
Espero que mantengas lo que os unió, que te hayas ido como yo ahora prometo que haré, que hayas emigrado a tierras más calurosas en el sur.
Espero que te hayas ido para acabar lo que empezaste en el norte, para empezar algo nuevo en el sur.

Sé que va a seguir siendo más inteligente que nosotras, más guapa que nosotras, mejor persona de lo que nosotras seremos nunca, y sé que seguirá negándolo. Deja que lo niegue, lo que importa es que no cambie tu opinión.

Y, además, estoy aquí para recordarte que me prometí amarla el resto de mi vida, que lo consigas o no, lo intentes, y que cuando ambas lleguemos a la tumba unidas por el tiempo a cero de nuestro reloj, quiero que puedas decir que la has amado toda tu vida. Da igual todas las cosas que yo espero que sea mi futuro, quiero que tú, corazón de mi futuro yo, se lo puedas decir a ella.

Quiero que la ames todos los días de tu vida.
Quiero que la animes a seguir lo que siente, sea contigo o sin ti.
Quiero que a milímetros de su piel o con el océano de por medio no te olvides de ella.
Quiero que sigas lo que sientes, aunque nunca te vaya a mantener a salvo.
Quiero que la cuides, aunque en su dedo luzca la marca de un corazón con nombre.




Quiero que me prometas, ante todo, que no vas a perderla.
No la pierdas, no puedes vivir sin ella. Ya no.





No hay comentarios:

Publicar un comentario