Déjala;
se ha enamorado,
no atiende a razones,
no te escuchará.
Déjala;
que se sumerja en sus pensamientos,
que se hunda en sus recuerdos,
que consuma su cigarrillo.
Déjala;
no está aquí,
vive a kilómetros de su piel,
es sólo un cuerpo.
Déjala;
ha vendido su alma,
la ha vendido por un corazón,
la ha subastado a una sonrisa.
Déjala;
la ha conquistado una palabra,
la ha cautivado una mirada,
la ha hipnotizado una voz.
Déjala;
ya no tiene timón,
no tiene capitan,
ha abandonado el barco,
se va a hundir.
Se hundió.
Me trae tantos recuerdos (malos, en su mayoría, supongo) que he sentido un poco al leer esta poesía. Ha sido maravillosa *-*
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
ResponderEliminarDéjala que emerja a la superficie
Abrazos con cianuro.